El fracking, a un precio demasiado alto
por Ángel Juárez Almendros
Hay anglicismos que se van poniendo de moda y que con el paso del tiempo adoptamos y entendemos aunque, dicho sea de paso, quisiéramos no conocer. El fracking es uno de estos conceptos que se nos han impuesto y que ya empezamos a relacionar con las malas acciones del hombre. Explicar su significado es fácil y entender sus repercusiones también, aunque éstas sean vergonzosas.
El fracking o fracturación hidráulica es una técnica que se aplica para aprovechar aquellos yacimientos de gas llamados no convencionales, que tienen grandes dificultades de extracción. Para facilitar el problema, se explota el gas acumulado en los poros y fisuras de ciertos tipos de rocas sedimentarias, generalmente de pizarra o margas. Al tratarse de elementos rocosos permeables, se les inyecta agua dulce acompañada de un cóctel químico y tóxico que disuelve las rocas y permite extraer el gas. Se han documentado hasta 260 sustancias químicas formando parte de ese cóctel y algunas de ellas son cancerígenas y mutagénicas. Como muchos de estos productos se quedan en el subsuelo, pueden entrar en contacto con acuíferos subterráneos y contaminarlo todo.